Carbón
Tras el final de la I Guerra Mundial, el clima en la frontera franco-alemana es de resentimiento y todo es propicio a la tensión y la hostilidad. Una mina, antiguamente alemana, es repartida a partir de 1918 entre Francia y Alemania. Hay un accidente en túneles del sector francés y se desata un incendio. Por supuesto, las partidas de ayuda no se movilizan con la misma celeridad sabiendo que las víctimas no son alemanas. Un grupo de tres viejos mineros alemanes, que la noche anterior habían sido tratados poco amigablemente en una posada francesa, inician su propia incursión de rescate, utilizando para ello un camino en plena línea limítrofe entre ambas naciones.