Una gran señora
Hannah Hoyt, una anciana centenaria, asiste a la inauguración de una estatua en homenaje a su marido, un pionero con el que, en 1848, vivió en las montañas, donde buscando oro corrieron toda clase de peligros.
Hannah Hoyt, una anciana centenaria, asiste a la inauguración de una estatua en homenaje a su marido, un pionero con el que, en 1848, vivió en las montañas, donde buscando oro corrieron toda clase de peligros.