Un minuto para rezar y un segundo para morir
Clay McCord, un forajido aquejado de ocasionales ataques de epilepsa que lo dejan indefenso ante sus enemigos, se entera de que el gobernador de Nuevo Mexico ofrece una amnistía a todos los que la pidan, en la ciudad de Tuscosa. Intrigado y receloso a la vez, McCord viaja a Tuscosa donde choca con el marshal local, Roy Colby. La llegada del gobernador cambiará las cosas, hasta el punto de que él mismo, McCord y Colby acabarán enfrentándose juntos a una banda de pistoleros.