Marx puede esperar
Camillo tenía 29 años cuando falleció en 1968. Casi 50 años después de la muerte de su hermano gemelo, el director de la película reúne a su familia para reconstruir su desaparición. Combinando conversaciones íntimas con los Bellocchio y con quienes mejor conocían a Camillo, junto con material de archivo, películas familiares y su propia obra, el cineasta intenta poner de manifiesto a un fantasma con el que ha lidiado toda su vida.