¡Qué noche aquella!
Jeff Troy escribe novelas de poco éxito y Nancy, su mujer, piensa que ello es debido a que viven en un apartamento poco conveniente para un escritor como él, por lo que decide acabar con la mediocridad de su existencia y alquilar un piso bajo con un jardín en una discreta casa de un barrio más tranquilo. En ella vivirán una experiencia tan extraordinaria como irrepetible. La casa entera tiene un aire siniestro, y los vecinos parecen hostiles y asustados. Jeff deberá entonces poner en práctica sus conocimientos detectivescos para resolver un asesinato cometido en su propia casa.