Inspirada en un poema de Castro Alves, esta película capta vívidamente el clima político, cultural e intelectual de Brasil a finales de la década de 1970. La historia gira en torno a cuatro personificaciones de la imagen de Cristo: un negro, un soldado, un indio y un guerrillero. Estos valientes individuos, aclamados como los heraldos de la fatalidad en las tierras tupiniquim, combaten valientemente la insaciable avaricia y la opresiva brutalidad «civilizadora» propagada por el formidable John Brahms, un explotador extranjero carente de moral.