La última Cenicienta
Cindy Cardone (Bonnie Bianco) vive en Nueva York y quiere ser cantante, pero su padre, Harry (Vitorio Caprolle), dueño de una pizzería, se opone, hasta que la escucha cantar y decide apoyarla. Cindy además convive con su insoportable madrastra (Sandra Milo) y dos vanidosas hermanastras. La madrastra prepara un viaje a Italia para que sus hijas estudien música clásica. El padre insiste en que lleven también a Cindy, quien se ve obligada a viajar. A su llegada a la ciudad de Roma, en el aeropuerto, Cindy conoce a un misterioso joven llamado Mizio (Pierre Cosso), congenian y él se enamora de ella. En un segundo encuentro, el joven, que tiene un grupo de rock, le propone a Cindy que cante en la banda. Ella no lo sabe, pero Mizio es un noble italiano perteneciente a la antigua familia Gherardeschi.