Abel Sánchez
En su lecho de muerte, el atormentado Joaquín Monegro recuerda su intensa relación con Abel Sánchez, íntimo amigo suyo desde la infancia, por el que Joaquín comenzó a sentir progresivamente viva envidia, cuando no odio.
En su lecho de muerte, el atormentado Joaquín Monegro recuerda su intensa relación con Abel Sánchez, íntimo amigo suyo desde la infancia, por el que Joaquín comenzó a sentir progresivamente viva envidia, cuando no odio.