Reino de Jamkard, antigua Persia. Después de derrotar a los ejércitos de Ahriman, encarnación del mal, el rey Jamshid, portador de la luz del Poder Divino, abandona a su pueblo cegado por el orgullo, decidido a conquistar nuevas tierras. Así, por casualidad, Zahhaak se convierte en regente y emprende la reconstrucción de la devastada capital. Pero entonces Ahriman, que habita en el corazón de cada ser humano, comienza a envenenar su alma atormentada.