¡Viva la vida!
La indecisa heredera Dee Dee Dillwood es empujada a casarse con su novio, pero incapaz de enfrentarse a la noche de bodas, ella se escabulle en el hotel a la habitación de al lado donde se aloja el piloto comercial Marvin Payne, que lo único que quiere es dormir. De alguna manera, ella le convence para que la lleve a California. Sus compañeros de viaje incluyen un chimpancé, un cadáver (en un ataúd), un estafador fugado y dos recién casados.