Alicia o la última fuga
Alice Carroll le comunica a su marido que va a dejarle. Ante la insistencia de éste de que no lo haga, la mujer, que ya no soporta a su esposo, temerosa de que éste la retenga, huye en su coche a pesar de que está lloviendo torrencialmente. Pero en un momento de su fuga, Alice detiene el coche, ya que la persistente lluvia no la deja ver a través de los cristales del coche. De esta forma, ella va a parar a un lugar que desconoce, siendo acogida amablemente por el dueño de una mansión, el aristócrata Heni Vergennes. Éste la invita a pasar la noche en el castillo. Alice accede y se toma un somnífero. A la mañana siguiente, cuando ella sale de su habitación, encuentra el desayuno preparado, pero en todo el inmueble no hay nadie. Cuando quiere salir, se encuentra que ha sido encerrada.