Operación Tirpitz
II Guerra Mundial. La marina de guerra británica se encuentra amenazada por el acorazado alemán Tirpitz. Con una gran potencia de fuego, sobretodo sus ochos cañones de 381 milímetros con alcance de hasta 34 kilómetros, este acorazado podría acabar fácilmente con sus líneas de suministros marítimos, siendo este un riesgo que Inglaterra no puede consentir. Resguardado en el fiordo de Trondheim, Noruega, es imposible atacarlo con una oportunidad de éxito. Pero el Comandante Fraser (John Mills) propone un ingenioso y arriesgado plan. Su idea consiste en llegar a Trondheim camuflados con un pesquero noruego y una vez próximos al objetivo usar tres submarinos de bolsillo experimentales que deberán depositar bajo su casco varias cargas explosivas subacuáticas.