Han hecho de mí un criminal
Johnnie Bradfield acaba de proclamarse campeón mundial de boxeo, y todo el mundo le adora. Su tremenda popularidad se basa en que proviene de una familia humilde y debe luchar en el ring por necesidad, lo cual resulta admirable a ojos de sus seguidores. Sin embargo, una noche de borrachera cuenta a un periodista que esta inocente imagen de sí mismo no es más que un montaje, ya que en realidad es un mujeriego y un bebedor empedernido. Al desvelar el secreto, el manager de Johnnie, fuera de sí, mata al periodista para que la noticia no salga a la luz. Pero al darse cuenta de la crudeza de su crimen decide inculpar al boxeador.