Una vieja amante
París, 1835. Para sobrellevar las inquietudes de la época, la nobleza se lanza a un juego de "amistades peligrosas" (medio siglo después de la publicación de la novela epistolar de Choderlos de Laclos), creyéndose todavía en el Siglo de las Luces. La Marquesa de Flers, decide casar a su hija pequeña, flor de la aristocracia francesa, con Ryno de Marigny, una especie de Valmont romántico. Pero lo que nadie sabe es que este Don Juan, impenitente es, desde hace diez años, amante y presa de una cortesana escandalosa, un demonio de la seducción, hija natural de una duquesa y un torero.