Pórtate bien
Un perro, amaestrado para poner en contacto a una banda de contrabandistas con otra de falsificadores, va a parar por la circunstancia casual de una chocolatina al domicilio de los recién casados William y Catherine Dennis. Tal cosa ocurre precisamente el día que esta pareja celebra el segundo aniversario de su boda, razón por la que Catherine cree que el chucho es un obsequio de su marido. A no ser por el perro, y porque la suegra de William vive con ellos, la vida conyugal de la pareja hubiera sido muy feliz; pero ni la mamá política fomenta a paz matrimonial ni el advenedizo perro permite las expansiones amorosas de los esposos.