Fríamente... sin motivos personales
Arthur Bishop (Bronson), un asesino a sueldo, ha trabajado siempre en solitario, pero con los años ha perdido facultades, por lo que decide buscar un colaborador (Jan-Michael Vincent), a quien enseña todo lo que sabe y que resulta ser un hombre eficiente pero despiadado. Forman un equipo perfecto, pero la crueldad de su ayudante acaba provocando un inevitable enfrentamiento entre los dos.