La vida no vale nada
Pablo va a la ciudad y se emplea en una tienda de antigüedades en donde su patrona se enamora de él, mas él la desdeña porque se da cuenta que ella es amante del licor. Posteriormente se emplea en una panadería, conoce a una prostituta cuando la defiende, para la cual trabaja fuertemente y la libera de su trabajo, ella se enamora de él hasta que ella se da cuenta que él solo siente compasión por ella.