
El Vikario
Damián, un estudiante universitario, descubre un extraño error en su inscripción académica. Al intentar solucionarlo, queda atrapado en un lugar inquietante —un edificio escolar en penumbra— en el que nada tiene sentido. Cada sala revela una nueva agresión silenciosa: puertas que se cierran, voces lejanas, símbolos que remiten a sus peores temores. En una atmósfera claustrofóbica y experimental, lo psicológico emerge con tensión sostenida, revelando un personaje que se bifurca entre la racionalidad y el terror interior. El corto transita un tono perturbador y surrealista, donde lo cotidiano se quiebra y Damián debe confrontar sus propias sombras.