Diario de un ladrón de Shinjuku
Birdie, un joven ladrón de libros, es sorprendido mientras roba por una supuesta dependienta llamada Umeko, que lo lleva en presencia del dueño de la librería. La noche siguiente los dos jóvenes hacen el amor, pero Umeko, que es virgen, se queda desilusionada. A partir de ahí inician la búsqueda del placer sexual y para ello recurren a un sexólogo, mientras un grupo de actores debaten sobre las claves del placer. El film, que empieza en blanco y negro, mezcla arrebatos de color, música popular, sexo, psicoanálisis y surrealismo.